Tres de Julio de 1997.
Ese maravilloso día, yo, nací.
Tras estar siete meses en el interior de mi madre, a las 11:53 de la mañana ví la luz por primera vez.
No sé que pensaría en esos momentos, nadie se acuerda. Pero supongo que ese diminuto e indefenso cuerpecillo únicamente querría estar al lado de sus padres y de su hermano mellizo.
El tiempo ha ido pasando y ese niño diminuto ha crecido y está convirtiéndose en un hombre.
En 14 años he vivido muchísimas cosas.
Momentos buenos y malos con familiares y amigos.
Pero haya sido el momento que haya sido doy gracias a la vida por poder disfrutarla cada instante y gracias por ir aprendiendo poco a poco que hay que vivir como si no hubiese mañana. También gracias por enseñarme que no todo va a ser siempre bonito y maravilloso, que hay que sufrir y superar baches, ya que el hombre es el único que tropieza con la misma piedra dos veces.
Felicidades Jaime y felicidades a mis padres también por haberme dado esta vida.
Os quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario